Johann Sebastian Bach (Eisenach, Turingia, 21 de marzo de 1685 – Leipzig, 28 de julio de 1750) Fue un organista y compositor alemán de música clásica del barroco, miembro de una de las familias de músicos más extraordinarias de la historia (alrededor de 120 músicos). Su fecunda obra es considerada como la cumbre de la música barroca y una de las cimas de la música universal, no sólo por su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística, sino también por la síntesis de los diversos estilos internacionales de su época y del pasado y su incomparable extensión. Bach es la fuente de inspiración para los posteriores compositores y músicos desde Mozart pasando por Schoenberg hasta nuestros días. Sus más importantes obras están entre las más destacadas y trascendentales de la música clásica y de la música universal. Entre ellas cabe mencionar los Conciertos de Brandenburgo, el Clave bien temperado, la Misa en si menor, la Pasión según san Mateo, El arte de la fuga, La ofrenda musical, las Variaciones Goldberg. Johann Sebastian Bach perteneció a una de las más extraordinarias familias musicales de todos los tiempos. Por más de 200 años, la familia Bach produjo docenas de buenos ejecutantes y compositores (durante siete generaciones dio 52 músicos de importancia) en que la iglesia luterana, el gobierno local y la aristocracia daban un significativo aporte para la formación de músicos profesionales, particularmente en los electorados orientales de Turingia y Sajonia. El padre de Johann Sebastian, Johann Ambrosius Bach, era un talentoso violinista y trompetista en Eisenach, una ciudad con cerca de 6000 residentes en Turingia. El puesto involucraba la organización de música secular y la participación en la música eclesial. Los tíos de Johann Sebastian eran todos músicos profesionales, desde organistas y músicos de la corte hasta compositores. Documentos de la época indican que, en algunos círculos, el apellido Bach fue usado como sinónimo de "músico". La familia Bach era consciente de sus logros musicales, y alrededor de 1735 Bach esbozó una genealogía, Ursprung der musicalisch-Bachischen Familie, buscando la historia de las generaciones de los exitosos músicos Bach. Primeros años (1685-1703) Johann Sebastian nació en Eisenach el 21 de marzo de 1685 (el mismo año que Domenico Scarlatti y Haendel). La fecha de su nacimiento corresponde al calendario juliano, pues los alemanes aún no habían adaptado el calendario gregoriano, para el que la fecha era el 31 de marzo. Su madre, Maria Elisabetha Lämmerhirt, murió cuando él tenía 9 años de edad, y su padre —que ya le había dados las primeras lecciones de música— murió al año siguiente. El pequeño huérfano fue a vivir y estudiar con su hermano mayor (16 años más), Johann Christoph Bach, organista en Ohrdruf, una ciudad cercana. Ahí, aprendió teoría musical y composición, además de tocar el órgano, y aparentemente recibió valiosas enseñanzas de su hermano. Conoció las obras de los grandes compositores del Sur de Alemania como Pachelbel, y de los franceses como Lully, Louis Marchand y Marin Marais. El niño probablemente presenció y asistió en el mantenimiento del órgano; éste sería el precedente de su futura actividad profesional en la construcción y restauración de órganos. El obituario de Bach indica que copiaba la música de las partituras de su hermano, pero aparentemente su hermano se lo prohibió, posiblemente debido a que las partituras eran valiosas y comodidades privadas de la época. A los 14 años, Johann Sebastian fue premiado con una escolaridad coral, con su amigo mayor de la escuela, Georg Erdmann, para estudiar en la prestigiosa Escuela de San Miguel en Lüneburg, no muy lejos de la ciudad más grande de Alemania, el puerto marítimo de Hamburgo. Esto lo involucró en una larga jornada con su amigo, probablemente a pie o en parte en carroza. Los dos años ahí aparecen como críticos en su carrera al exponerlo a la amplia paleta de la cultura europea que la que pudo experimentar en Turingia. Además de cantar en el coro a capella, es probable que haya tocado el órgano con tres teclados y sus clavicémbalos. Probablemente aprendió francés e inglés, y recibió un bagaje en teología, latín, geografía y física. Quizás entró en contacto con los hijos de los nobles del norte de Alemania que eran enviados a una escuela altamente selecta para prepararse en sus carreras diplomática, gubernamental y militar. Es muy probable también que tuviese un significativo contacto con los organistas en Lüneburg, en particular con Georg Böhm, y visitara varios de ellos, como a Johann Adam Reincken y a Nicolaus Bruhns. Probablemente gracias a estos músicos tuvo acceso a los instrumentos más grandes que pudiera tocar. También es probable que durante su estadía se familiarizase con la música de la tradición del Norte de Alemania, especialmente con la obra de Dieterich Buxtehude, y con manuscritos musicales y tratados de teoría musical que estaban en posesión de aquellos músicos. Período en Weimar (1708–1717) Un año después regresó a Weimar a la corte del duque Wilhelm Ernst. En 1708, fue nombrado organista de la corte, y en 1714 director de orquesta en la corte del duque. Cöthen (1717–1723) Percibiendo tensiones políticas en aumento en la corte ducal de Weimar, Bach comenzó nuevamente a buscar un trabajo más estable que propiciara sus intereses musicales. El príncipe Leopold de Anhalt-Cöthen contrató a Bach como Kapellmeister (director musical) o Maestro de capilla El príncipe Leopold, que también era músico, apreciaba el talento de Bach, le pagaba bien, y le dio un tiempo considerable para componer y tocar. Sin embargo, el príncipe era calvinista y no solía usar música elaborada en su faena; por esa razón, la mayoría de obras de Bach de este período fueron seculares, en las que tenemos las Suites Orquestales, las seis suites para violonchelo solo y las sonatas y partitas para violín solo. Esta fotografía de la página inicial de la primera sonata para violín muestra la escritura del compositor —rápida y eficiente—, pero tan adornada visualmente como la música que contiene. Los muy conocidos Conciertos de Brandenburgo datan de este período. El clip de sonido es del inicio del Presto del cuarto concierto de Brandenburgo, para violín solo, dos flautas, cuerdas y continuo de clavicémbalo. En esta obra se muestra el poder acumulativo de la escritura de fuga del compositor; apoyado por el clave, cada instrumento entra sucesivamente con una desenfadada melodía, que suena contra una compleja red de contrapunto tocada por aquéllos que ya han entrado. En 1717 en Dresde, ocurre el anecdótico intento de duelo musical contra Louis Marchand (Marchand abandona la ciudad luego de que a escondidas, previamente, escuchó tocar a Bach). El 7 de julio de 1720 mientras Bach estaba de viaje con el príncipe Leopold, la tragedia llegó a su vida: su esposa, Maria Barbara, murió repentinamente. Al año siguiente, el viudo conoció a Anna Magdalena Wilcke (una soprano joven y dotada que cantaba en la corte de Köthen). Se casaron el 3 de diciembre de 1721. Pese a la diferencia de edad —ella tenía 17 años menos— parece que resultó un matrimonio feliz. Juntos tuvieron 13 hijos. Leipzig (1723–1750) En 1723 Bach fue nombrado Cantor y director musical de la Thomaskirche (Iglesia Luterana de Santo Tomás) en Leipzig, un puesto prestigioso en la ciudad mercantil líder de Sajonia, un electorado vecino de Turingia. Aparte de sus breves ocupaciones en Arnstadt y Mulhouse, éste fue el primer trabajo estatal de Bach, en una carrera que estuvo estrechamente ligada al servicio a la aristocracia. Este puesto final, que mantuvo por 27 años hasta su muerte, lo puso en contacto con las maquinaciones políticas de su empleador: El Ayuntamiento de Leipzig. En el Ayuntamiento habían dos facciones: los absolutistas, leales al monarca sajón en Dresde, Augusto el fuerte, y la facción de la ciudad-estado, que representaba los intereses de la clase mercantil, los gremios y los aristócratas menores. Bach fue contratado por los monárquicos, en particular por el alcalde de aquella época, Gottlieb Lange, un abogado joven que sirvió en la corte de Dresde. Coincidiendo con el nombramiento de Bach, a la facción de la ciudad-estado se le otorgó el control de la Escuela, y Bach fue requerido para varios compromisos con respecto a sus condiciones de trabajo. Si bien está claro que nadie en el Ayuntamiento dudaba del genio de Bach, hubo una constante tensión entre el Cantor, que se consideraba el líder de la música eclesial de la ciudad, y la facción de la ciudad-estado, que lo veía como un maestro de escuela y quería reducir el énfasis en la composición de música tanto para la Iglesia como para la Escuela. El Ayuntamiento nunca cumplió la promesa de Lange en la entrevista, de ofrecer un salario de 1.000 táleros anuales, si bien ofreció a Bach y a su familia una reducción de impuestos y un buen apartamento en una de las alas de la escuela, el que fue renovado con gran gasto en 1732. El trabajo de Bach le requería enseñar canto y latín a los estudiantes de la Escuela de Santo Tomás, y proveer de música semanalmente en las dos iglesias de Leipzig, Santo Tomás y San Nicolás. En una sorprendente arranque de creatividad, escribió más de cinco ciclos de cantatas anuales durante sus primeros seis años en Leipzig (dos de los que aparentemente se han perdido). Muchas de estas obras concertadas se ejecutaban durante las lecturas de la Biblia de cada domingo y días festivos en el año luterano; muchas de ellas fueron compuestas usando himnos tradicionales de la Iglesia, tales como Wachet auf! Ruft uns die Stimme y Nun komm, der Heiden Heiland, como inspiración. Para los ensayos y ejecuciones de estas obras en la Iglesia de Santo Tomás, Bach probablemente se sentaba al clavicémbalo o se paraba en frente del coro en la baja galería en la parte izquierda del fondo, de espaldas a la congregación y el altar al lado derecho de la salida. A la derecha del órgano en una galería lateral estarían los maderas, metales y timbales; a la izquierda estaban los instrumentos de cuerda pulsada. El Ayuntamiento solo otorgaba alrededor de ocho instrumentistas permanentes, fuente de constante fricción con el Cantor, que tuvo que reclutar el resto de los 20 o más músicos requeridos para las partituras medianas o grandes, de la Universidad, la Escuela y el público. El órgano o el clavicémbalo fue probablemente tocado por el compositor (cuando no estaba de pie dirigiendo), el organista de casa, o uno de sus hijos mayores, Friederich o Emmanuel. Bach seleccionaba los coristas sopranos y contraltos de la Escuela, y los tenores y bajos de la Escuela y de cualquier parte de Leipzig. Las presentaciones en bodas y funerales daban un ingreso extra a estos grupos; es probable que para este propósito, y para el entrenamiento escolar, escribiese al menos seis motetes, la mayoría para doble coro. Como parte de su trabajo regular en la Iglesia, dirigía motetes de la Escuela Veneciana y de alemanes como Heinrich Schütz, que servirían como modelos formales para sus propios motetes. El fragmento de audio es del inicio de Singet dem Herrn (Cantad al Señor), mostrando las texturas ricas y enérgicas que Bach produjo con dos coros, cada uno a cuatro voces. En esta grabación, hay tres cantantes para cada parte. En 1747 llegó a ser invitado a la corte de Federico II el Grande (1712-1786) en Sanssouci, donde uno de de sus hijos, Carl Philipp Emanuel, estaba al servicio del monarca como clavecinista de la corte. Su reputación como organista y clavecinista era legendaria, conociéndose con el sobrenombre "príncipe del teclado", con fama en toda Europa. Aparte del órgano y del clavecín, también tocaba el violín y la viola de gamba, y en Leipzig era cantor y director de una orquesta y un coro. Tenía un profundo conocimiento técnico del órgano y solía inspeccionar órganos y repararlos, además de probarlos con una obra suya después. Bach murió de apoplejía a las 8 de la tarde del 28 de julio de 1750, después de una intervención fracasada en un ojo, realizada por un cirujano ambulante inglés llamado Taylor, que años después operaría a Haendel, con resultados iguales. Bach fue quedándose ciego hasta perder totalmente la vista. Pocas horas antes de fallecer la recuperó, pero luego murió de apoplejía. Actualmente se cree que su ceguera fue originada por una diabetes sin tratar; según ciertos médicos, Bach padecía de blefaritis, enfermedad ocular visible en los retratos de sus últimos años. Familia e hijos Bach encabezó una familia numerosa. Tuvo 7 hijos de su primer matrimonio y 13 del segundo. Tres de los hijos que tuvo con su segunda esposa se convirtieron en compositores respetados por derecho propio. Entre ellos se cuentan Wilhelm Friedemann Bach (1710-1784), Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788), de quien Wolfgang Amadeus Mozart tenía una muy buena opinión, y Johann Christian Bach (1735-1782). Sin embargo, la confianza que Bach puso en uno de sus hijos mayores tuvo tristes consecuencias después de su fallecimiento. El hijo perdió para siempre varias Pasiones compuestas por su padre (que quizá ahora serían tan apreciadas como la Pasión según san Mateo y la Pasión según san Juan. Si no hubiese sido por el cuidado que tuvo su otro hijo, Carl Phillip Emanuel, en conservar los manuscritos del padre, el mundo podría haberse visto privado de una buena parte de las obras maestras de Bach. Legado Bach tuvo numerosos alumnos y estudiantes a lo largo de su vida: según el estudioso Hans Löffler, más de 80. Entre ellos se cuenta a Johann Friedrich Agricola, yerno suyo que en los últimos años del maestro fue copista de sus obras, además de ayudarle en la redacción de sus últimas composiciones, como en el caso de una de sus últimas corales para órgano, el BWV 668, la última coral del ciclo de Leipzig BWV 651-668. Ya en su vejez, cuando la gente se refería al nombre Bach lo hacía pensando en su famoso hijo Carl Phillip. En las generaciones posteriores a Bach, sólo algunos compositores y músicos conocían su obra. Básicamente éstos eran sus hijos y sus alumnos, gracias a ellos se conservó y no se perdió en el olvido la producción del Cantor de Santo Tomás, mientras que el resto del mundo no tardaría muchos años en olvidarle después de su muerte, en plena mitad del siglo XVIII. Músicos célebres como Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven o Frédéric Chopin, tuvieron un gran aprecio por las obras de Bach que conocieron, básicamente obras para teclado, pues el resto de su producción estuvo sumida en el olvido. Beethoven, sin conocer la totalidad de su obra, lo definió con un hermoso juego de palabras en alemán: "Nicht Bach, sondern Meer sollte er heissen", cuya traducción es "No debiera llamarse "Bach" ('arroyo', en alemán), sino "Meer" ('mar')". Influencias La música del Cantor tiene múltiples influencias, directas e importantes, que proceden de compositores alemanes, franceses e italianos del siglo XVII y principios del XVIII. Los compositores que son influencia central en la música del Cantor, se pueden dividir en 5 grandes bloques y regiones nacionales. Estos son: Músicos de Alemania central: Johann Christoph Bach, Johann Pachelbel, Johann Kuhnau, Johann Ludwig Bach, Johann Gottfried Walther, Johann Georg Pisendel, Silvius Leopold Weiss, Johann Friedrich Fasch Músicos de Alemania del norte: Johann Adam Reincken, Dietrich Buxtehude, Nicolaus Bruhns, Georg Böhm Músicos de Alemania del sur: Johann Jakob Froberger, Johann Caspar Kerll, Johann Caspar Ferdinand Fischer, Johann Joseph Fux Músicos italianos: Giovanni Pierluigi da Palestrina, Girolamo Frescobaldi, Arcangelo Corelli, Giovanni Legrenzi, Giovanni Bassani, Giuseppe Torelli, Alessandro Marcello, Tomaso Giovanni Albinoni, Antonio Vivaldi, Benedetto Marcello, Nicola Antonio Porpora, Francesco Durante, Giovanni Alberto Ristori, Giovanni Battista Pergolesi Músicos franceses: André Raison, François Dieupart, François Couperin, Louis Marchand, Nicolas de Grigny En vida, Bach se interesaba, estudiaba y se influenciaba de compositores conteporaneos, teniendo con muchos de ellos relación personal directa. Entre ellos, cabe mencionar a Jan Dismas Zelenka, Johann Mattheson, Georg Philipp Telemann, Reinhard Keiser y Georg Friedrich Händel. Obra Dentro de la vasta obra de Bach hay dos grandes bloques: uno es la música vocal, que comprende cantatas, pasiones, oratorios, corales, etc., y el otro es la música instrumental, desde conciertos (varios para un único solista y otros con hasta incluso cuatro solistas), sonatas, suites, oberturas, preludios, fugas, fantasías, cánones, ricercares, variaciones, pasacalles, etc. para una amplísima gama de instrumentos (prácticamente todos los de la orquesta) de su época (la primera mitad del siglo XVIII), desde los más modernos, flauta traversa, hasta los que estaban en su cenit (laúd, viola da gamba, clavecín...), incluso con instrumentos que quedaron como una curiosidad y nada más, como el clavecín-laúd, un híbrido del clavecín y el laúd. En la música de Bach se sintetiza toda la tradición de la música occidental precedente (la polifonía que iniciaron Perotin y Leonin, el Ars nova, la música renacentista de Palestrina (1524-1594), Frescobaldi (1585-1645), Dietrich Buxtehude (1637-1707) y Vivaldi (1675-1741), que aprendió, copió y adoptó desde su juventud, como lo hizo en Weimar (1708-1717), cuando, por gracia del duque, pudo mejorar algunas de sus obras y adaptarlas en sus Conciertos BWV 592-597 y BWV 972-987. Durante los últimos años de su vida su obra fue considerada anticuada, difícil, rebuscada y muy llena de adornos. Por entonces, el estilo musical había cambiado notablemente, las nuevas generaciones de músicos componían de forma muy diferente a Bach, era el llamado estilo pre-clásico o galante, en el que la música era más bien homofónica, y el cargado contrapunto que Bach usó apenas asomaba. Por esa razón, en 1737 Johann Adolph Scheibe (crítico musical de la nueva mentalidad ilustrada) criticó muy duramente la música de Bach, comentando: "Espera que instrumentistas y cantantes hagan lo mismo que él cuando toca el clavecín". Por ello, después de su muerte, la música tomará una dirección en la que su obra no tendrá cabida; él es el punto y final respecto a entender la música que se remonta a la Edad Media, cuando tenían más importancia las voces que el timbre, la codificación, etc. Pero Bach también fue innovador y abrió caminos para la música del futuro. Él creo el concierto para teclado en el concierto número 5 de Brandeburgo BWV 1050 (1719), en el que el teclado adquiere un papel solista que hasta entonces nunca había tenido. Después, G. F. Haendel y Vivaldi tomarían ejemplo de esta novedad y compusieron sus Conciertos para órgano opus 4 (1735) y Concierto para clavecín RTV 780 respectivamente, fundándose así un nuevo género que adquiriría bastante importancia en los siglos posteriores, como los conciertos para piano de Haydn, Mozart, Beethoven, Schumann, Chopin y Liszt testifican. Bach fue el primer gran maestro del "concierto para teclado", siendo la serie de conciertos BWV 1052-1065 (1735) su máximo logro en el género, naciente entonces. Su producción está totalmente sostenida en la coral alemana, el concierto italiano y la suite francesa, donde el contrapunto alemán del norte, muy complejo y rebuscado, tiene un papel muy importante, y todo lo junta haciendo un estilo moderno-arcaico a la vez que es inconfundible y fácilmente reconocible. Su estilo es fácilmente adaptable en todos los géneros de su época, quizás excepto la ópera, género en el cuál no escribió ni una sola nota, aunque el lenguaje e influencia de la ópera seria del siglo XVIII está presente en su producción vocal. Especialmente en las cantatas, pasiones y oratorios, se plasma notablemente la influencia de la ópera, donde la Cantata del Café BWV 211 (1735) es prácticamente como una pequeña ópera sin representación escénica, y la Pasión Según San mateo BWV 244(1727), una gran ópera religiosa sin representación. Aquí Bach muestra interés en un género que nunca le tentó ni siquiera a componer, aunque sí a escuchar, como en 1735 cuando con uno de sus hijos se fue a ver una opera de Geiser. Bach prácticamente compuso para todos los géneros en multitud de combinaciones instrumentales y vocales. Culminó y realizó obras destacables abarcando todos los aspectos, aparte de mejorar el género, elevarlo a un nivel superior e incluso crear géneros nuevos, como la sonata para teclado y un instrumento. En algunos géneros Bach es el gran maestro de todos los tiempos. Sus pasiones son las mejores obras de todo el repertorio, igual que las cantatas sacras, las tocatas y fugas, los preludios y fugas, pasacalles, y otros géneros, donde sus obras son el apogeo y máximo esplendor del mismo. Después de Bach, algunos géneros (que él tanto cultivó y elevó a su máximo esplendor) fueron cayendo en el olvido para los grandes compositores. La música vocal La música vocal de Bach que nos ha llegado intacta se manifiesta en 525 obras, aunque se han conservado 482 completas. La componen: 224 cantatas Toda su música vocal es semireligiosa —sólo 24 cantatas, 4 lieds y 1 quod líbet son profanos— y está compuesta en el seno de la iglesia luterana alemana, para la que era una tradición muy fuerte. La gran mayoría de la música vocal está compuesta en Leipzig, entre los años 1723 y 1741, siendo Bach cantor y teniendo, entre otras obligaciones, que componer cantatas, pasiones, motetes para las cinco iglesias más grandes de la ciudad y en los actos civiles y religiosos, como funerales. Entre la música coral de Bach hay que destacar también sus preludios corales, unos 170 aproximadamente, que compuso para órgano. La antología Orgelbüchlein (Pequeño libro para órgano), que el mismo Bach recopiló en Weimar y en Cöthen, comprende breves preludios corales, que muchas veces destinaba a fines educativos. Esto queda reflejado tras el título de la Orgelbüchlein, donde dice que este “pequeño libro para órgano, en el que se imparte al organista principalmente enseñanza sobre toda suerte de maneras de desarrollar una coral y también para mejorar su técnica del pedal, puesto que en estos corales el pedal está tratado por completo en obbligato (es decir, esencial, no optativo)”. Además escribió y recopiló libros de pequeñas piezas para clave que sirven, además, de enseñanza para técnica y música al mismo tiempo. Un ejemplo de estas obras didácticas son las Invenciones a dos voces y las Sinfonias a tres voces, al igual que el primer libro de El clave bien temperado. Bach no diferenciaba en un principio entre el arte sacro y el profano, ya que según él, ambos estaban dirigidos a ensalzar “la gloria de Dios”. Un ejemplo de ello es la utilización de los mismos textos para la música sacra y la profana, como sucede con la música del Hosanna de la Misa en si menor, que antes había utilizado en una cantata en homenaje a Augusto II, rey de Polonia, con motivo de una de sus visitas oficiales a Leipzig. Durantes su estancia en esta ciudad, compiló tres antologías corales para órgano: las seis corales Schüber, que son transcripciones de movimientos de cantata, dieciocho corales, que revisó entre 1747 y 1749 y que fueron compuestos en épocas anteriores. Todos ellos incluyen composiciones para órgano como variaciones, fugas, fantasías, tríos y diversos preludios corales. Todos los corales que son posteriores a Bach están concebidos con proporciones mayores que los del Orgelbüchlein y son menos íntimos y subjetivos. La obra instrumental De la obra instrumental de Bach nos han llegado 227 piezas para órgano, 189 piezas para clavicémbalo, 20 para instrumentos a solo, 16 para cámara, 30 orquestales y 18 especulativas. En total son 494 las obras instrumentales completas que nos ha legado, que se reparten en: 7 cánones para diversos instrumentos
Instrumentación de sus obras La instrumentación de Bach es típica del Barroco de la primera mitad siglo XVIII, incluyendo instrumentos modernos para su época, o antiguos que después de 1750 caerían en desuso. Toda su obra está destinada básicamente para siete instrumentos: órgano, clavecín, cuerdas, violín y flautas (dulce y traversa), la voz humana y el coro. Otros instrumentos que tienen menor importancia en aparición, como la trompeta, el laúd, el fagot, el corno, el timbal o el oboe y otros son testimoniales, estando destinados únicamente a un número muy reducido de obras. Teclado El órgano ocupa, junto con el clavecín, el primer puesto en las obras de un instrumento solista y un papel central en la obra bachiana con las más de 400 obras destinadas a ellos, aparte de ser el sostén como bajo continuo de las obras orquestales, las cantatas, las misas, las pasiones y algunas de cámara. También estos dos instrumentos adquieren un papel importante como solistas o acompañantes en las sinfonías y arias de las cantatas, las sonatas para teclado y un instrumento solista monódico, y los conciertos para cuerdas y uno, dos, tres o cuatro teclados. Bach, como todo compositor del barroco, dirigía sus obras desde el clavecín u órgano cuando interpretaban sus piezas más de un instrumento solista, y componía sobre ellos todas sus obras, así que la importancia de estos dos instrumentos se acentúa todavía más en la producción bachiana. También solía dirigir la orquesta tocando simultáneamente la viola (Bratsche). La aportación bachiana a la literatura, avances técnicos y de interpretación, evolución e historia de estos dos instrumentos fue capital, explotando al límite sus capacidades, haciendo sonidos y efectos nunca vistos, investigando y mejorando los recursos, la ejecución, haciendo una demostración sobre las 24 tonalidades mayores y menores en El clave bien temperado 846-893, llevando al cenit las posibilidades que podían ofrecer estos dos instrumentos hasta entonces. Órgano Bach desde sus primeros años hasta su muerte destinó un gran número de obras a este instrumento y quizá sea el más ligado y el más representativo de la figura del genio. Su estilo procede de la escuela alemana, en la que de su maestro Dietrich Buxtehude coge los rasgos de la escuela del norte y de Johann Pachelbel los de la del sur, y él los fusiona sacando la máxima expresión y siendo la cumbre de la escuela. Él es el último representante importante. Su aportación al órgano fue tan numerosa y capital en calidad y cantidad que se considera que es el mejor compositor de música organística de todos los tiempos. Anton Bruckner (1824-1896) y Cesar Franck, grandes organistas y compositores del instrumento, lo afirmaron al oír sus obras para órgano. Órgano como solista a solo: El órgano tiene su papel principal en el corpus de obras BWV 525-771, donde tiene pasajes bastante memorables.Se divide en dos grandes bloques, la de tematica libre, que incluye las toccatas, preludios, fugas y sonatas, y la de la tematica religiosa, que incluye los corales instrumentales y las variaciones-partitas y los preludios corales. Aquí desde sus primeros años hay obras que ya denotan la madurez del autor como la Toccata y fuga (BWV 565), 1708, y la Toccata, adagio y fuga (BWV 564), llegando hasta sublimes obras que explotaban todos los recursos con una maestría y calidad sobresalientes en la etapa de Leipzig, como las Variaciones canónicas (BWV 769), 1746. Órgano como solista y acompañante obligado: En las funciones de acompañante y solista con más de un instrumento el papel de este instrumento se encuentra en las cantatas sacras, generalmente en las correspondientes a los años 1726-1727. En esas cantatas el órgano tiene su papel solista obligado con las cuerdas en las sinfonías como si fuera un concierto para órgano y orquesta, como en los conciertos para órgano de su contemporáneo Haendel (1685-1759). Esos movimientos abrían la cantata y servían como introducción de la obra y como lucimiento del autor sobre el instrumento. Todas las cantatas sólo tienen una pieza de introducción que Bach llamó sinfonía, menos la BWV 35, que tiene dos. De esas sinfonías después saldrían algunos conciertos para clavecín y cuerda de la serie BWV 1052-1065 del año 1735. Después del papel de solista en las sinfonías, el órgano acompaña a la voz en arias de algunas cantatas solo o con cuerda o bajo continuo. Aquí generalmente acompaña y juguetea a la voz de manera bastante notable, como el aria de la BWV 35. Clavecín En la época de Bach era el instrumento de teclado por excelencia, con mucho prestigio en Alemania y en Francia. Sus obras destinadas al instrumento así lo testifican, formando el corpus BWV 772-994, con más de 245 obras en su haber. Clavecín a solo: Bach destinó para el clavecín solo una gran cantidad de obras, entre las cuales, hay obras de gran importancia en la historia del instrumento y de su autor. Es obligatorio citar las Variaciones Goldberg (BWV 988), El clave bien temperado (BWV 846-893), las partitas BWV 825-830 y el Concierto italiano (BWV 971), obras de máxima madurez y cumbre de la literatura tecladística desde el nacimiento de los instrumentos de teclado hasta entonces. Clavecín como solista y acompañante obligado: El clavecín, como acompañante y solista, tiene bastante importancia en las sonatas y los conciertos de Bach, quien le dio un papel novedoso que nunca antes se había hecho. En los conciertos, el clavecín adquiere la función de solista y adquiere un rol que nunca había tenido antes. En BWV 1050, el famoso 5° concierto de Brandenburgo, por primera vez en la historia el clavecín alterna el papel de bajo continuo con el de solista, uniéndose a los dos solistas restantes para acabar en una genial y virtuosísima cadencia que explota todas las posibilidades del instrumento. Lo mismo ocurre en BWV 1044, aunque éste es una transcripción de un preludio y fuga BWV 944. La BWV 1050 trazó un camino que desembocaría, en 1735, en la serie de conciertos BWV 1052-1065, donde el clave juega el papel de solista. En las trío-sonatas, el clave tiene una función novedosa que anticipa la sonata de finales del siglo XVIII, aparte de la función tradicional de bajo continuo. Esta novedad se advierte en tres series de sonatas que superan el modelo tradicional de la sonata en trío para formar un dúo de instrumentos solistas más clave solo. Hay en estas piezas trozos en los que el clave acompaña a los solistas realizando el bajo continuo con la ayuda en la mano izquierda de la viola de gamba o el violoncello. Las sonatas que tienen ese papel tan novedoso son las BWV 1014-1019, 1027-1029 y 1030-1035, para violín, flauta y viola da gamba respectivamente. Cuerda La familia de las cuerdas, compuesta en la primera mitad del siglo XVIII por el violín, violín 'piccolo', viola, viola da gamba, viola d'amore, violoncello y contrabajo, son el sostén armónico y melódico de la música del Barroco. Los instrumentos más graves cumplen la función de bajo continuo junto con el omnipresente teclado. Bach, como todo músico del Barroco usaba cuerdas en toda su obra, siempre violoncellos y violones (el miembro más grave de la viola de gamba) o contrabajos, el miembro más grave de la familia de los violines, con la función de interpretar el bajo. Bach era un excelente organista, clavecinista, violinista, y violista. No tocó la viola de gamba, pero era amigo de factores de esos instrumentos, por lo que conocía con exactitud las caraterísticas, las virtudes, los defectos y las limitaciones de esta familia, sacando el máximo rendimiento y explotación en sus obras, donde la dificultad técnica y la belleza brillan en todo su esplendor. Como en la música para teclado, su aportación en este campo supuso un antes y un después en la historia de esta familia, especialmente para el violín y el cello. Violín Uno de los instrumentos nacidos en el Barroco, tuvo ya en la segunda mitad del S. XVII italiano geniales obras de manos de Corelli y Torelli, los primeros maestros de este recién nacido instrumento. Después vendría Vivaldi, que lo elevaría y mejoraría a otro nivel, haciendo el instrumento el rey de la época barroca. Bach tomaría todo los hitos, la técnica y el modelo de estos maestros italianos y, superándolos ampliamente en todo, se convertiría en la cumbre de la literatura barroca del instrumento, con una madurez, técnica, explotación y una gala de recursos nunca vistos hasta entonces. Violín a solo: Las obras son las tres sonatas y partitas para violín solo BWV 1001-1006. Escritas en Köthen en 1720, estas obras son uno de las ejemplos cumbres de este instrumento, donde una polifonía muy refinada, técnica y virtuosismo componen pasajes muy memorables, como la célebre Chacona de la partita 2. Violín solista y obligado: El violín como solista está presente en muchos conciertos, donde se le confiere un papel muy virtuoso al estilo italiano cogiendo el ejemplo de Vivaldi. Los conciertos que tiene como solista son los 2 conciertos para un violín y cuerda BWV 1041 y BWV 1042, y para 2 violines y cuerda BWV 1043, todos escritos en Cothen hacia 1720, superando el modelo vivaldiano del concierto. Además, el violin tiene una función como solista junto con otros instrumentos solistas en el concierto BWV 1044, junto con el clave y la flauta, y en los conciertos de Branderburgo BWV 1047, BWV 1048, BWV 1049 y BWV 1050, donde juguetea y complementa con la Trompeta, el oboe, la flauta dulce, el clave y la cuerda entera. En algunas sinfonías de las cantatas, como ejemplo el BWV 1045, Bach también otorga al violín el rango de solista, aunque no tiene el potragonismo ni la importancia del órgano. El violín como obligado consta y tiene notable papel en la música de cámara, en la especulitaiva, en la vocal religiosa y en la vocal profana. En la música de cámara, el violín, al igual que en el caso del clave, hace un papel novedoso en las 6 sonatas para clave y violín BWV 1014-1019, una de las cimas de la música de cámara del siglo XVIII y una de las obras más queridas e interpretada por su propio autor e hijos. Entre las características sobresalientes de Bach se encuentra su dominio de complejos e ingeniosos contrapuntos. Llevó a su culminación el género de la fuga en su obra El clave bien temperado, que consiste en 48 preludios y fugas, un preludio y una fuga para cada tonalidad mayor y menor. Otro trabajo importante es El arte de la fuga, que quedó incompleto, al morir mientras lo componía. Compuesto con la idea de que fuese un conjunto de ejemplos de las técnicas del contrapunto, El arte de la fuga consta de 14 fugas con diferentes formas, pero todas con el mismo tema básico. También revisten gran interés sus conciertos, que compuso basándose en la forma de los conciertos de Antonio Vivaldi (1678-1741), compositor y violinista italiano contemporáneo suyo (unos siete años mayor que él). Así, por ejemplo, los Conciertos de Brandenburgo se caracterizan por estar dedicados cada uno de ellos a un grupo diferente de instrumentos solistas. Bach escribió mucha de su música para la iglesia luterana. En particular sus cantatas fueron compuestas para las misas dominicales, y sus pasiones para las ceremonias de Viernes Santo. Además de las ya citadas, otras obras célebres de Bach son las Suites para orquesta, las Suites para violonchelo, los Conciertos para violín y la Misa in si menor. El reestreno de la Pasión según san Mateo el 11 de marzo de 1829 por Felix Mendelssohn dio un gran impulso a la divulgación de la música de Johann Sebastian Bach. Este hecho destaca sobremanera, ya que se trataba de música muy antigua. En nuestro tiempo acostumbramos a interpretar obras de otros siglos, en el período romántico no. Composiciones de Johann Sebastian Bach El registro o catálogo de las obras de Bach, que abarca en total 1127 obras, fue elaborado por Wolfgang Schmieder en 1950, después de la Segunda Guerra Mundial. Se conoce por las siglas "BWV", que significan Bach Werke Verzeichnis, o 'Catálogo de obras de Bach'. El catálogo es un sistema de numeración usado para identificar las obras de Johann Sebastian Bach. A diferencia de otros catálogos que están ordenados cronológicamente, el de Schmieder está clasificado por tipo de obra de la siguiente forma: 1-200: Cantatas religiosas
Por esta razón un número BWV menor no indica una obra cronológicamente temprana. También existe el catálogo elaborado por Christoff Wolff, de menor difusión. Citas sobre su figura "Lo que Newton fue como científico, Bach lo fue como músico" (C. F. Daniel Schubart, S. XVIII) "El que usted quiera editar las obras de Johann Sebastian Bach es algo que regocija mi corazón, que late todo para el arte sublime y grandioso de este verdadero padre de la armonía. Deseo ver pronto esa empresa en plena actividad. En cuanto abra usted mismo la suscripción espero aportar yo mismo desde aquí" carta F.A. Hofmeister, editor vienes. (Ludwig van Beethoven). "Esto la música de Bach es algo que hay que aprender" (Wolfgang Amadeus Mozart). "Solamente hay uno de quien los demás podríamos sacar algo nuevo: Johann Sebastian Bach" (Robert Schumann). "La música le debe tanto como la religión a su fundador" (Robert Schumann). "La chacona BWV 1004 es en mi opinión una de las más maravillosas y misteriosas obras de la historia de la música. Adaptando la técnica a un pequeño instrumento, un hombre describe un completo mundo con los pensamientos más profundos y los sentimientos más poderosos. Si yo pudiese imaginarme a mí mismo escribiendo, o incluso concibiendo tal obra, estoy seguro de que la excitación extrema y la tensión emocional me volverían loco" (Johannes Brahms). "Esta semana he ido a escuchar tres veces la Pasión según san Mateo del divino Bach, y en cada una de ellas con el mismo sentimiento de máxima admiración. Una persona que —como yo— ha olvidado completamente el cristianismo no puede evitar oírla como si se tratase de uno de los evangelios" (Friedrich Nietzsche). "Es imposible describir la inmensa riqueza de su música, su naturaleza sublime, y su valor universal, comparándola con cualquier otra cosa en el mundo" (Richard Wagner). "Considero superfluo querer describir los excepcionales méritos del Signor Bach, ya que su fama es conocida, tanto en Alemania como en nuestra querida Italia. Sólo quiero decir que sería difícil encontrar un mejor profesor. Hoy en día él podría presumir con razón de que es el mejor de toda Europa" (Giovanni Battista Martini). "Es el amado Dios de la música, a quien todos los compositores deberían elevar una oración antes de ponerse a trabajar" (Claude Debussy). "El principio y el fin de toda la música" (Max Reger). "Bach es el exponente del más alto grado de perfección que puede lograr el hombre" (Paul Hindemith) "Inicialmente estaba Bach..., y entonces todos los otros" (Pau Casals). "A pesar de todo mi amor para muchos otros —y Beethoven y Mozart no son lo menos— puedo solamente estar de acuerdo con Casals: Bach los domina a todos" (Paul Tortelier) "Al oír la música de Bach tengo la sensación de que la eterna armonía habla consigo misma, como debe haber sucedido en el seno de Dios poco antes de la creación del mundo" (Johann Wolfgang Goethe) |